En este hermoso libro, “Jesucristo. Soledad y compañía”, y con un lenguaje cargado de sensibilidad y a la vez compromiso, como es propio de los escritos del profesor y académico Olegario González de Cardedal, descubrimos una faceta de Cristo que, en tanto que compañero nuestro, comparte con nosotros: la soledad.
Todos en algún momento nos situamos ante esta realidad, que puede liberarnos o esclavizarnos.
Jesucristo nos enseña, como en tantas otras facetas de nuestra vida, a llevar la soledad: la que sintió al ser elevado sobre el madero, la soledad de la Virgen cuando estaba junto a la cruz y lloraba mientras el Hijo pendía y la que sigue sintiendo con todos los crucificados de la historia.
A su vez, esa soledad está acompañada de la más imponente de las compañías: la compañía del Padre, que no dejó solo a su hijo en el trance más amargo de su vida pero que tampoco nos deja solos a nosotros.
Soledad y compañía que en Jesucristo experimentan diversas fases: desde la soledad del considerado traidor a su pueblo a la soledad del muerto crucificado; de la compañía que Jesús tuvo en su vida terrena a la compañía permanente del Padre.
“Él, que es el Hijo, se ha hecho nuestro hermano para que su destino sea el nuestro, y así nuestra soledad ha quedado habitada por su compañía” (del prólogo del autor).
Esa soledad acompañada es la que experimentamos cada uno de nosotros ante Dios y también la propia Iglesia, con la compañía del Resucitado que se manifiesta con la Palabra, el Espíritu Santo, la Eucaristía y los Apóstoles.
Con este libro, el no creyente tendrá deseos de conocer a Jesús y el creyente se sentirá más unido a Él.
Escrito por: Rafael Higueras.