Nos anunciaron una ola de frío e invitamos a José María Fernández-Martos para calentarnos el ánimo. La tarde del 17 de enero, hemos tenido el gusto de contar nuevamente con este enamorado de la PALABRA. Durante hora y media, aunque pareció un instante, nos transportó a las páginas de su Biblia: escuchamos las voces de la tierra y bebimos agua de su pozo; nos paseamos por un jardín de lujo y nos detuvimos a mirar; tocamos el barro quebradizo que nos forma; y escuchamos las palabras de fuego de los profetas, para llegar finalmente a la tienda que Jesús puso entre nosotros.
Es cierto que la temperatura de la calle fue bajando paulatinamente, pero en la librería de Paulinas, la poesía que brotaba de su boca y la experiencia de las que nos hizo partícipes hicieron elevar la temperatura de nuestro espíritu.
Nos enseñó a “Asombrarnos ante millones de Zarzas Ardiendo” igual que Moisés y vimos cómo el asombro forma parte de la vida de los santos y los poetas de todos los tiempos.
También escuchamos entre las páginas de “su Biblia en las trincheras” los “Susurros” de Dios que llegan al oído de todos nosotros y que es imposible no oír si nos detenemos un instante, abrimos nuestros corazones y contemplamos la obra de sus manos.
José María Fernández-Martos, nos hizo disfrutar con sus palabras, como hace casi un año, cuando presentó su “Misericordia acogida, misericordia entregada en la casa común”, aunque en esta ocasión se reveló más íntimo, más cercano al compartir con nosotros sus reflexiones, sus dibujos, sus amistades,… de más de 40 años, que han ido dejando su impronta en esa Biblia, que como decía Quevedo respecto de Ovidio Nasón y que ya se ha dicho en su caso también “érase un hombre a una Biblia pegado”.
Desde Paulinas te decimos Gracias José María.