¿Qué es la Jornada Mundial de la Juventud?

La Jornada Mundial de la Juventud es un encuentro de jóvenes con el Papa de todo el mundo. Una peregrinación al que están todos invitados.

Es una celebración de solidaridad, un momento de evangelización con el objeto de construir un mundo mejor conforme a los valores que nos propone el Evangelio, fomentando de esta manera el encuentro personal con Jesucristo.

Ello conlleva un impulso a la fe, a la caridad y a la esperanza.

Cabe señalar, que aunque tiene claramente una identidad católica, está abierta a todos, tanto a los más alejados como a los más cercanos.

El principal objetivo de la Jornada Mundial de la Juventud es continuar con el interés primordial del Papa Juan Pablo II, que era la nueva evangelización, destinada también a los jóvenes.

Durante la misma jornada, ellos tienen la posibilidad de descubrir la Iglesia, a través de la experiencia en la peregrinación comunitaria, oración y celebración de la misa.

"La Iglesia tiene mucho para transmitir a los jóvenes, así como los jóvenes tienen mucho para transmitir a la Iglesia. Este diálogo debe ser franco, claro y valiente. El mismo incentivará al encuentro y al intercambio entre las generaciones y será para la Iglesia y la sociedad una fuente de riqueza y juventud”  (Papa Juan Pablo II).

¿Cuándo comenzaron las Jornadas Mundiales de la Juventud?

Nos remontamos al Año Santo (1975) cuando Pablo VI llamó a Roma a la juventud católica tras la Marcha Internacional de Reconciliación Cristiana que fue celebrada entre Asís y Roma.

Juan Pablo II en 1984 volvió a congregar a los jóvenes pero en esta ocasión con motivo del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro de Roma.

Tuvo una acogida muy satisfactoria, donde se rezó el Vía Crucis y se celebró la Eucaristía.

En vísperas del Domingo de Ramos el Papa le dijo a los jóvenes: «Qué espectáculo tan magnífico el que ofrece su asamblea desde este escenario. ¿Quién afirmó que la juventud actual ya no tiene interés en los valores?…»

Con las palabras dichas anteriormente, entregó al mundo el Papa Juan Pablo II un símbolo: Una cruz de leña de tamaño grande que se llamaría después ”Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud”.

Esta respuesta por parte de los jóvenes animó al Papa Juan Pablo II a instituir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). En 1986 en Roma fue la primera en convocarse de manera oficial, y va teniendo lugar cada dos o tres años.

Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023

Esta es la primera Jornada Mundial de la Juventud que se va a celebrar después de la pandemia y tendrá lugar en Lisboa, desde el día 1 al 6 de agosto.

Estas jornadas tienen como lema la cita bíblica siguiente, elegida por el Papa Francisco.

“María se levantó y partió sin demora”

(Lc 1, 39)

Nos comenta sobre el relato de la Visitación, donde María nos enseña a decirle sí a Dios, apresurándose y estando disponible a Su voluntad.

Para saber más, pinchar en el siguiente enlace: https://www.lisboa2023.org/es

Testimonio de Cristina (JMJ 2005, Colonia) con Benedicto XVI

A través de las siguientes preguntas nuestra compañera nos cuenta su experiencia y testimonio en esta JMJ de 2005 donde ella asistió:

1. ¿Por qué te recomendaría participar en una JMJ?

La JMJ es una oportunidad para compartir tu fe con otros jóvenes, y fortalecerla con las palabras que el Papa dedica a los jóvenes en estos encuentros.

También cada diócesis hace sus encuentros de oración y eucaristía en diferentes lugares de la ciudad donde tiene lugar la JMJ.

Además es una ocasión, para ver cómo viven su fe en otros lugares del mundo, donde hay otras culturas, las cuales también te sorprenden, pues muchas familias del lugar donde se realizan las jornadas, acogen a los jóvenes en sus casas.

2. ¿Qué es lo que más me llamó la atención?

Para mí fue como un descubrimiento ver la cantidad tan grande que hay en el mundo de jóvenes con fe, cuando a veces me parecía ser un bicho raro.

Y también me pareció hermoso ver la acogida tan sincera de las familias de origen, donde vi un auténtico testimonio de fe. La familia con la que estuve nos invitó a ver algunas de sus costumbres y también cómo compartían la fe en su comunidad.

Destacaría también la alegría que se respiraba entre los jóvenes a lo largo de todo el encuentro. Fe y alegría podrían ser.

3. ¿Cómo influyó este encuentro en mi fe?

Para mí personalmente la JMJ dio muchos frutos. Son ya 18 años los que llevo con mi marido, y allí comenzó nuestra historia familiar. Tenemos un maravilloso hijo, una bendición del Señor.

Desde el punto de vista de mi fe, también se vio enriquecida gracias precisamente al poder compartirla con mi marido, ya que su historia personal y forma de vivir la fe era diferente y complementaria a la mía.

Por lo tanto fue una experiencia que comenzó en la JMJ de 2005 y se ha visto prolongada hasta el día de hoy. Son también muchos los amigos que pude hacer y también otros que ya tenía, pero que fue un momento hermoso para compartir y que aún perdura la amistad.