Encuentro con los niños del Colegio Imperial de Huérfanos de san Vicente Ferrer en Valencia
En primer lugar, queremos agradecer a todos los que nos habéis acompañado en la realización de la iniciativa: «Comparte tu gozo, regala un libro», por vuestra oración y cariño, en la que se invitaba a regalar un libro a cada niño del Colegio Imperial de Huérfanos de san Vicente Ferrer, que no tienen la posibilidad de comprarlo.
Esta iniciativa, tanto para nosotras como para quienes han colaborado, ha sido un don muy grande y lo hemos podido comprobar el día 23 de febrero. Cada libro regalado por la gente en la librería, era dedicado personalmente y con mucho cariño para cada niño, y también nosotras, como Paulinas de España, hemos querido poner nuestro granito de arena aportando libros y dedicándolos, por eso, más allá de la oración, nos encontrábamos todas las hermanas de la Delegación, en cada gesto, oración y sobre todo en cada libro regalado.
Damos las gracias a todas por la oración, por vuestro cariño y ayuda para que todo pudiera realizarse con éxito.
Contar la experiencia vivida
Contar la experiencia vivida en la tarde del día 23 de febrero en pocas palabras no es fácil, por eso deseamos que hablen algunas de las protagonistas, queremos que sea una experiencia desde distintos puntos de vista y experiencias. Estas son algunas de las protagonistas:
«Comparte tu gozo, regala un libro».
Así comenzó la historia de esta bella experiencia de la que os queremos hacer partícipes. El equipo de paulinas salimos con las cajas llenas de los libros dedicados para los niños y jóvenes… destino: Colegio Imperial Huérfanos de san Vicente Ferrer en San Antonio de Benegeber, Valencia, un Centro escolar con unas características muy especiales.
Lo primero que te llama la atención, nada más entrar en el recinto escolar, es la sensación de una pequeña ciudad de la alegría: la escuela, los patios para hacer deporte, los edificios que acogen las habitaciones y los apartamentos de los tutores, el comedor, la iglesia, etc., donde los niños y niñas conviven, junto a su tutor, en grupos reducidos. Visitando este colegio y los distintos edificios, empezamos a conocer a los habitantes en plena faena, de manos del director pedagógico y de algunos educadores.
Aquí empieza mi tarea en el taller de narración, con unos 30 niños y niñas de Valencia, África, América.
Para que la narración fuese amena y didáctica me serví de la vida de santa Cecilia mártir. Mientras me preparaba descubrí la belleza de esta vida. Para que fuera más compresible la historia, ya que los niños eran pequeños, me serví de doce mini pósters, y la ayuda de algunos de los niños para escenificar la vida de esta santa.
Después trabajamos su comprensión con preguntas que hicieron sobre el personaje. A través de la lámina con el rostro de santa Cecilia, cada niño pudo expresar lo que había sido para él o ella la santa; podemos pensar que siendo pequeños no aportarían mucho, pero se implicaron y participaron muy bien, valoraron el dar la vida, el dejarlo todo por Jesús; ella era joven y bella, ayudaba a lavar los pies a los cristianos… Con ella descubrimos lo importante que es ser cristianos, ser testigos de Jesús y que en tiempos de santa Cecilia, como también hoy en algunos lugares, es difícil ser cristiano porque existen naciones donde actualmente se vive lo que vivió santa Cecilia.
La escucha atenta de los niños y ver sus rostros fue una auténtica experiencia religiosa. Sentí que no solo compartí esta dinámica, que había preparado con cariño para ellos, sino que aún recibí de ellos mucho más.
Hna Teresa J. González
El Colegio Imperial de Niños Huérfanos de san Vicente Ferrer es único y admirable
He visto muchos orfanatos en Filipinas, pero el Colegio Imperial de Niños Huérfanos de san Vicente Ferrer es único y admirable, no solo por la inmensidad exterior del Colegio, la competencia y la amplia experiencia en el ámbito educativo, –que es notable– sino por la manera de educar a los niños y jóvenes y el compromiso de los educadores, tutores y maestros, de ayudar al crecimiento holístico de estos. Vimos a unos tutores y docentes muy comprometidos, que se desviven y se sacrifican por los niños, es un gesto admirable y evangélico.
Cada niño tiene su historia; a lo mejor algunos necesitan más amor, cariño y apoyo. Hemos visto que las personas adultas en el Colegio les ayudan a prepararse para ver de manera más positiva el futuro. Se respiraba alegría, tranquilidad y sosiego en el Colegio. También se percibe que todo lo que realiza en el Colegio, a través de las distintas actividades, es transmitir valores cristianos, ayudando al niño a descubrir su propia creatividad y los dones dados por Dios, para saberlos después utilizar y aplicar en su vida diaria.
Viendo el colegio, imagino el futuro esperanzado de los niños. El Colegio les está dando y facilitando muchos medios para poder realizar sus deseos y sueños. Hemos visto, con la ayuda del Director Pedagógico, D. Vicente, que nos ha mostrado todo el Colegio, los materiales –muchos modernos–, dinámicas, aulas, facilidades y medios que aportan para su crecimiento cultural, intelectual, moral y emocional. Tienen también muchas actividades como viajes a otros lugares y países, para aprender lenguas y conocer otras culturas, siempre forman parte de las actividades escolares y no son solo meras excursiones. Son iniciativas que otros Colegios a lo mejor no tienen, y que los niños de este Colegio disfrutan y les aportan innumerables valores y novedades.
Después de nuestra experiencia, pensé en la bondad y misericordia de Dios, que es un Padre Providente; y me ha venido a la mente las palabras de Jesús: “Dejad que los niños vengan a mí”; niños que necesitan amor, compasión y cariño.
A pesar de la violencia, el terror, el odio, la indiferencia y la venganza en el mundo, todavía encontramos a personas que aman, ofrecen y arriesgan su propia vida para el bien de los demás.
Muchas veces nos quedamos cortos viendo solo nuestras propias horizontes sin darnos cuenta que hay personas, muchas veces laicos comprometidos, que comprometen sus vidas por Amor, que es el lenguaje más elocuente que nos ha transmitido Jesús y que en este Colegio ¡se sentía y se veía concretamente!
Hna Ofelia Dondoyano
Dad y recibiréis
«Dad y recibiréis», en esta expresión puedo resumir toda mi experiencia vivida, durante el encuentro con los niños del Colegio Imperial de Huérfanos de san Vicente Ferrer en Valencia.
Ha sido una experiencia gratificante, al ver que estos niños, como todos los otros niños, tiene muchos sueños y desean con todo el corazón que esos sueños se puedan realizar.
Traigo a mi corazón a todos los niños con sus sueños, sueños de ser médicos, jugadores de fútbol, policías, profesores, grandes inventores, etc.; pero entre todos ellos deseo recordar el sueño de uno de ellos: «Mi sueño, es que toda la gente deje de mirar a mi hermano como una persona diferente, y que lo miren como una persona normal». Esto me hace reflexionar, pues como los niños son especiales y ven lo más importante, es algo de lo que muchas veces nosotros no nos damos cuenta y pasamos de largo. Este niño, como todos los otros, sueña con un ideal concreto, hecho de rostros concretos, de cosas y acciones concretas.
Me han enseñado mucho, sobre todo a mirar a mi alrededor con ojos sencillos, ojos que miran con una mirada concreta y que sueña no solo en su propio bien, sino sobre todo en el bien de los demás.
Mi deseo es que seamos capaces de soñar como estos niños y que nunca dejemos de mirar por el bien común.
Yo también tengo sueños y uno de ellos es que se realicen los sueños de estos niños.
Hna Sara Gilvaz
¡Que Viva la vida, y hasta la próxima!
«Dejar que la vida viva» son palabras sagradas de R. Panikkar, y pienso que son las cinco palabras exactas que expresan todo lo vivido con los estupendos niños y jóvenes del Colegio Imperial de Niños huérfanos de san Vicente Ferrer. Nos hemos dejado conducir por esta iniciativa que ha nacido de la nada y que, poco a poco, se ha trasformado en vida para cada una de nosotras en la comunidad.
Hemos rezado, pensado, buscado lo mejor para cada paso de la iniciativa y que nos ha unido de manera edificante. Ver los rostros de los jóvenes y los niños nos ha confirmado, una vez más, en la belleza de la Misión Paulina –que es la misma Misión de la Iglesia– capaz, como la Palabra, de encarnarse en cada realidad. Los niños y los jóvenes nos invitaron a entrar en sus vidas y descubrir la belleza que hay dentro de cada uno.
Nunca es un problema cuando dejas a otras personas entrar en lo que cada uno llama su «recinto sagrado». Ganamos cuando somos capaces de dejar que la vida respire, goce, sienta y piense dentro de nosotros. Y ganamos el doble cuando todo lo que vivimos por dentro es compartido con los demás, tal como lo hizo Jesús. A cada persona que hemos encontrado a lo largo de esta iniciativa, a los donantes, colaboradores, niños y jóvenes, tutores y educadores, al Clavario Director D. José Ignacio Guasp, y a todo el Colegio: Gracias. ¡A través de vosotros, hemos tocado el Amor que nos une a todos! ¡Que Viva la vida, y hasta la próxima!
Muchas gracias a todos y a cada uno.
Hna Nikki Ramos
Experiencia de misericordia y bondad
Mi experiencia en el encuentro con los jóvenes, educadores y tutores del Colegio Imperial de Huérfanos de san Vicente Ferrer de Valencia ha sido una verdadera experiencia de misericordia y bondad.
Cuando uno piensa en una nueva iniciativa tiene un poco de miedo, porque no sabe cómo será acogida y cómo terminará, pero esta ha sido especial. Lo primero que me viene a la memoria es decir gracias. En primer lugar gracias a las Paulinas de Valencia que han pensado en esta iniciativa. Gracias a quien ha colaborado con la oración y la oferta de libros, gracias a las personas, jóvenes y menos jóvenes que han comprado el libro. Gracias a cada una de las personas que he encontrado en el colegio: niños, adolescentes, jóvenes, educadores, tutores, etc. gracias por la experiencia compartida, por lo que sois cada uno y lo que realizáis para forjar el futuro de nuestra sociedad.
Gracias porque me habéis transmitido alegría e ilusión, para continuar mi misión como paulina en la tarea de evangelización; por la invitación a seguir soñando con vosotros para que el mundo sea un poco mejor; por la acogida cariñosa y desinteresada; la sencillez y el cariño recibido y el esfuerzo por parte de los docentes y tutores, para que estos chicos aprendan y puedan aportar a la sociedad todo lo que son.
Hna. Ester Marco
Iglesia en salida
Doy las gracias a los que han pensado en esta iniciativa; es siempre para la librería un momento ilusionante de evangelizar de una forma distinta, es salir fuera, siguiendo la invitación que nos hace el Papa Francisco, a ser «Iglesia en salida».
En esta iniciativa he gozado viendo con qué ilusión compraba la gente el libro y se esforzaba en escribir una dedicatoria.
Gracias a todas las personas que han colaborado en hacer felices a estos niños. No he podido estar cuando se ha ido al colegio, pero he gozado igualmente cuando las hermanas me han comunicado la experiencia, tan bonita y fructífera. Cuando algo se hace por Dios y por los hermanos, es seguro que salen bien. Mi participación ha sido la de rezar para que todo resultara lo mejor posible y sin duda ha sido así. Gracias, de una forma especial, a las hermanas y colaboradores de la Librería de Valencia.
Hna Julia Gómez