El periodo de Cuaresma propicia la práctica piadosa del rezo del Vía Crucis. Es una manera muy fructífera de preparar el alma, día tras día, al encuentro con el Señor en la trágica y gloriosa Semana Santa.
El periodo de Cuaresma propicia la práctica piadosa del rezo del Vía Crucis. Es una manera muy fructífera de preparar el alma, día tras día, al encuentro con el Señor en la trágica y gloriosa Semana Santa.