Próximos a la festividad de San Pablo, a través de este artículo queremos dar a conocer, cómo San Pablo apóstol llega a ser el santo de la Familia Paulina.
La visión de Santiago Alberione
Fue el 31 de diciembre de 1900, cuando el padre Santiago Alberione, por entonces un joven seminarista, tuvo la genial intuición que le llevaría a formar la Sociedad de San Pablo, transformando su vida y la de todas aquellas personas que formamos parte de su proyecto.
Ocurrió mientras hacía una vigilia de oración eucarística en la catedral de San Lorenzo (Alba, Italia), cuando, por inspiración del Espíritu, llegó a una plena comprensión de lo que realmente significan el enunciado de Jesús: “Venid a mí todos”.
De repente, sintió cómo ese mensaje cobraba vida dentro de él, y esas palabras, que hasta entonces habían permanecido dormidas, se desvelaron en todo su potencial místico y espiritual.
Entendió entonces la necesidad urgente de comunicar esa invitación a cuantas personas fuese posible.
Porque el poder transformador de esas palabras derivaba también del hecho de que estaban hablando a través del tiempo, de que estaban encarnando en la contemporaneidad, el mensaje que Jesús había pronunciado dos mil años antes.
“Todos” eran también los hombres y mujeres de hoy. Y a pesar de que ya por entonces el mundo empezaba a cambiar de forma vertiginosa, con respecto a lo que había dominado la cultura y el pensamiento durante siglos, ese “todos” no excluía ni quería dejar a nadie fuera.
La misión que Dios le había encomendado a Alberione era, por tanto, la de encontrar la fórmula para anunciar el Evangelio en el mundo actual.
Y para ello, ya no tenía sentido quedarse solamente con un lenguaje o una forma de comunicar, si no iba a ser eficaz a la hora de transmitir la Palabra de Dios, o no iba a tener en cuenta los nuevos medios de comunicación, o no iba a conectar con el espíritu del tiempo presente.
Y es en esto donde se descubre la clarividencia del beato, porque para entonces el mundo aún no había sufrido el cambio que vivimos hoy, y ni siquiera habían aparecido algunos medios de comunicación, como la radio o la televisión, que cambiarían por completo la capacidad y el alcance de público al que pueden llegar los mensajes.
Una vez que Alberione tuvo claro qué tipo de organización quería formar (una que utilizase a personas formadas en los medios de hoy, para llegar a las personas de hoy), decidió el santo bajo cuya protección encomendarse.
Y éste no podría haber sido otro que San Pablo, el apóstol de las gentes.
¿Por qué San Pablo?
En la primera epístola a los corintios San Pablo dice: “Me hago todo para todos, para llegar a algunos” (1 Cor 9, 22), lo que resume y concentra la visión del santo, y su anhelo de traspasar fronteras y creencias de todo tipo para llegar al corazón de los pueblos.
Porque hoy ya nos es sabido la universalidad que tiene el mensaje de Cristo, y su capacidad de llegar tan lejos como se consiga transmitir. Puede, por tanto, parecernos fácil juzgar el potencial transmisor de la Palabra de Dios.
Pero no era algo conocido en los primeros años del cristianismo, ni fue algo real hasta que los primeros cristianos, con Pablo a la cabeza, tomaron la iniciativa de dar a conocer al mundo el mensaje de un campesino judío hasta entonces desconocido.
Y es en este carisma en el que encontramos el paralelismo entre nuestro fundador y el apóstol, y donde se ve con claridad, porque no habría tenido sentido que fuese ningún otro santo.
De alguna manera, tanto Pablo como Alberione bebían de esa misma invitación de Jesús, y ambos ardían con el mismo fuego y la misma pasión por transmitir la Buena Nueva a todos y a través de todos los medios posibles.
Pero además, ambos tenían esa doble cualidad de hombres espirituales, que irradian a Cristo y lo llevan siempre con él, y hombres de acción, que se mueven a donde haga falta para transmitir la Palabra.
Uno lo hizo en los comienzos de la religión cristiana, cuando aún no había apenas pueblos que conociesen la figura de Jesús, y el otro, en los comienzos del siglo XX, cuando el mundo conocido estaba a punto de cambiar para siempre, y la ciencia, el pensamiento, o la cultura, iban a reconfigurar la manera de entender muchas cosas.
Era, por tanto, al estilo de San Pablo la manera en la que Alberione pensaba y sentía su vocación, antes incluso de tomar conciencia que era este apóstol quien lo inspiraba.
Por eso llegó a decir: “No somos nosotros quienes hemos elegido a Pablo, es él quién nos ha elegido a nosotros”.
Y por ello quería, que todo paulino, tuviese el carisma y el fuego de este apóstol, y que pensase y sintiese a su manera.
Al estilo de San Pablo: ¿Cómo ser libreros paulinos?
¿Pero qué significa sentir y pensar a su manera?
Para Alberione era esencial lo que el apóstol decía en la carta a los gálatas: “Yo ya no soy yo, es Cristo quién vive en mí” (Gal 2, 20).
Vivir al estilo de Pablo sería, por tanto, vivir el Cristo total: “El Cristo síntesis del cosmos y de todos los valores, principio dinámico de todo desarrollo humano”.
Lo que se podría resumir, en última instancia, en formar a la gente para llegar a un “ser plenamente cristiano”: “cristiano en el pensamiento, en los sentimientos, en la acción: crecer hasta la perfecta configuración con Cristo”.
Objetivo a su vez que habría de trasladarse a los medios actuales, en un afán por ver de qué manera cada uno puede contribuir al desarrollo humano y espiritual de las personas.
En el caso que nos toca: los libros. Un medio no exactamente nuevo, quizás, pero siempre en constante renovación, recogiendo el testimonio y el pensamiento de los hombres y mujeres de hoy, que beben de la cultura que nos precede para crear la cultura del futuro.
Como paulinos, por tanto, debemos entender nuestra librería como un templo (si la gente no va a la Iglesia, habrá que ir a donde estén ellos) y al librero como un predicador moderno.
Un predicador que, como San Pablo, esté en constante ejercicio de perfección, estudiando y conociendo los signos de su tiempo, para saber escoger aquellos libros que ayuden a entender y comprender la manera en la que Dios se comunica con nosotros en la actualidad, y que hacen de su Palabra un mensaje eternamente presente.
Libros para acercarnos más a San Pablo
Aquí os dejamos algunos de ellos:
Os recomendamos algunos Dvd´s:
Puedes encontrarnos en la Red de Librerías Paulinas y, además conocer nuestra librería virtual Paulinas, donde podrás encontrar más libros y otros materiales sobre San Pablo.
Escrito por: Jorge Núñez.
La vida de Pablo enuncia el camino que el beato consagró con la fundación de la Familia Paulina,tomando como referencia el vivir en Cristo .
Así es Mario, vivir en Cristo y transmitir la Buena Noticia, a través de los medios posibles.