«Cenizas que dan vida». Amarillo y violeta son los colores que encontramos en la portada de este libro, que revelan el sentido de lo que el autor ofrece en estas páginas.
Son páginas llenas de vida divina, que solo espera para abrirse en nosotros. ¿Cómo? el autor nos anima y acompaña en este sorprendente viaje.
Un camino hacia la plenitud
El sentido más auténtico de la vida solo se alcanza cuando se abandona el ambiente sofocante de la religión y entramos dichosos en el de la fe, donde se nos invita a vivir con confianza, libertad, apertura al otro y a dejarnos fascinar por las sorpresas continuas de la cotidianidad.
Así una sincera vida de fe se convertirá en un sendero de sensibilización y humanización, haciendo que contemplemos lo divino que hay en los demás, en la naturaleza y en el universo, en la divinidad que nos habita, despertando en nosotros la alegría de vivir felices y en plenitud.
La ceniza, elemento de fecundidad
La cuaresma es tiempo de verificaciones.
Como camino de maduración; deflagración de la energía que llevamos dentro, para llegar a la plenitud de sí mismo y, por lo tanto, a ser divinos.
Porque nuestra vocación última es llegar a ser en Dios, una sola cosa con él.
Lo que llamamos Dios es la fuerza interior de la semilla, la luz para la flor, la energía que mueve el universo, porque la divinidad habita en mi parte más íntima.
No es la meta que alcanzar, sino la fuente interior con la que entrar en contacto y de la que ocuparse para que podamos volver a florecer.
Autor
Paolo Scquizzato , pertenece a la comunidad de sacerdotes del Cottolengo, se dedica a la predicación y a la formación espiritual, principalmente del laicado; dirige la casa de espiritualidad «Mater Unitatis» de Druento (Turín).
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