Felices porque somos amados
Los cristianos no deben ser felices por markéting, para hacer publicidad de su credo o para vender productos u obtener votos y consenso popular. La felicidad, para los cristianos, no procede de una técnica mental, del corazón o del bienestar del cuerpo.
Uno es feliz si se siente amado por Dios, que es la fuente, el manantial, el origen de la verdadera felicidad. El propósito de este libro es hacer más feliz a quien lo lea. Felices por ser amados: es lo que nos hace felices a nosotros y a todas las personas que nos encontramos cada día.
Es lo mismo que nos dice el papa Francisco: «La felicidad no consiste en tener algo o en ser alguien, no, la felicidad verdadera es estar con el Señor y vivir por amor».
La felicidad nace del corazón
La felicidad es nuestra vocación eterna, y somos felices en esta tierra cuando el tiempo está suspendido en un fragmento de eternidad, en un destello de luz, en el Amor infinito de Dios. La felicidad, que nace del corazón y se hace visible en el rostro, reaviva la esperanza que ya está presente en cada uno de nosotros, que hace florecer las flores de nuestra vida, que crece para convertirse en el diseño de Dios.
La felicidad es la fiesta de la vida, fecundidad del corazón que ama hasta «enloquecer» de alegría. La felicidad es sentirse constantemente amados por Dios: esta es una percepción real del corazón y del alma. Somos amados, esto nos hace alegres, nos hace superar todas las tempestades y las críticas. Somos amados por Dios, este es el verdadero secreto para vivir y comenzar aquí el paraíso.
Autor
Emiliano Antenucci, sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, es el creador del curso «Silencio», habla el silencio». El hermano Emiliano se ocupa de la pastoral juvenil y sus pasiones son la mística y la espiritualidad. Ha pasado largas temporadas en ermitas y monasterios por toda Italia. Ha sido nombrado por el papa Francisco misionero de la Misericordia, con ocasión del Año Santo Extraordinario de la Misericordia.