Esta obra es una guía sencilla y útil para rezar el Vía Crucis.
En la introducción, narra el origen de esta obra. A raíz de su encuentro causal con el artista alemán Werner Klenk, y ver su obra de tres relieves en el monasterio María Köningen en Alemania, comenzó a acompañar a laicos.
Este formato está basado en su experiencia como director espiritual.
Siguiendo las pautas de la espiritualidad ignaciana, invita al lector a pararse en cada estación y contemplar la imagen que aparece en cada estación. Meditar cada una al hilo de la respiración como si fuera un “mantra». Percibir a Jesús en su camino al Gólgota.
La cruz es lo más difícil de aceptar. Dios, escondido en su Hijo, es fuente de inagotable hondura y fuerza. Amar es sufrir por otro.
Jesús tiene una mirada sanadora. No te aferres a la imaginación, y siente el consuelo de Dios. Sólo Él es el único Camino.
La palabra de Dios se queda muda ante el grito ensordecedor de Jesús Dios clavado y desfigurado en su Hijo. La burla sofística que todos tenemos, crucifica al Señor.
Mira al crucificado y déjate llenar por su silencio. Recomienda “sentir y gustar de las cosas internamente”. Ser paciente. Despertar a un mundo nuevo.
Dios se revela en cada momento de la vida. Ejercitarse en la sensibilidad al arte es un itinerario espiritual y fácil que cualquier persona puede recorrer.
En conclusión, una propuesta muy útil para rezar una de las devociones más populares de la liturgia cristiana.
Un ejemplar admirable para cualquier persona que desee mejorar su vida y la de los demás siguiendo a Cristo.
Autor del vía crucis
Bert Daelemans, SJ, doctor en Teología y pianista, es un belga cosmopolita.
Actualmente es profesor de Teología de los Sacramentos, del Espacio Litúrgico y de las Artes en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid.
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Escrito por Marta Sánchez.
