La Semana Santa la podríamos dividir en dos partes.
En una primera parte se recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén y en la segunda, rememoramos la última Cena, la Crucifixión y la Resurrección de Cristo.
A esta segunda parte la llamamos Triduo Pascual.
Jueves Santo
Este día se realiza la Misa de la Cena del Señor, se recuerda la Última Cena que Jesús tuvo con los apóstoles, sus amigos. En ella se instaura la Eucaristía y el sacerdocio.
En esta Eucaristía del Jueves Santo, la Iglesia revive la despedida de Jesús y celebra la caridad fraterna, a través de dos gestos: el testimonial, con el lavatorio y el sacramental, con la Eucaristía.
Las lecturas de ese día recuerdan la entrega de Jesús, que ofrece su cuerpo en lugar del cordero (1ª y 2ª lectura) y proclama el mandamiento del servicio (en el evangelio).
Posteriormente se acompaña a Jesús en la Hora Santa. En el Huerto de los Olivos, Jesús vive de manera anticipada su Pasión y Muerte. Jesús es entregado por Judas y abandonado por los demás discípulos.
Es tradición visitar siete Monumentos entre la noche del Jueves Santo y antes de los oficios del Viernes Santo.
En el monumento se resalta la Eucaristía y se expone, de manera solemne para la adoración de los fieles.
Viernes Santo
Es el único día del año que no se celebra la Eucaristía.
Es un día de silencio para recordar la Crucifixión de Cristo.
En las iglesias se cubren las imágenes con una tela morada, igual que el crucifijo, y el sagrario está abierto para indicar que Jesús no está.
El Viernes Santo se vive de varias maneras:
- 1.- Guardando ayuno y abstinencia, dentro de las circunstancias de cada uno.
- 2.- Acompañando a Jesús meditando el Vía Crucis. (Os ofrecemos la posibilidad de meditarlo junto con las hermanas Paulinas y los colaboradores).
- 3.- Meditando las siete palabras de Jesús, que son las últimas siete frases que pronunció Jesús antes de su muerte.
- 4.- Participando en la Adoración a la Cruz, con amor, respeto y devoción.
Sábado Santo
El sábado es un día para la meditación, paz y reposo, sin misa ni comunión y con el altar desnudo.
La noche del sábado se celebra la Vigilia Pascual.
Celebramos la Resurrección de Cristo, la esperanza de la salvación del mundo.
A través de las lecturas se narra el plan salvador de Dios y al llegar al Gloria, se repican las campanas para anunciar que Cristo ha resucitado.
Los símbolos que anuncian el triunfo de Jesús sobre la muerte son el fuego, la luz (el cirio) y el agua.
La celebración del sábado consta de varias partes:
- La liturgia de la luz: Si es posible se desarrolla fuera del templo. Con el fuego se enciende el cirio pascual y con éste, las velas de los fieles. Se entra en procesión en la iglesia donde se proclama el Pregón Pascual.
- La liturgia de la palabra: Se intercalan lecturas y cantos, y se narra la historia de la salvación.
- La liturgia del agua: Se bendice el agua, se convoca a los santos en las letanías y se procede al bautismo, en el caso de haber alguno. Después los fieles renuevan las promesas bautismales, con los cirios encendidos y finalmente, se termina con la aspersión.
- La liturgia de la Eucaristía: Es la cumbre de la vigilia. Se tiene que preparar la mesa del altar que estaba desnuda. La Eucaristía Pascual anuncia la muerte del Señor y proclama su resurrección en la espera de su venida.
Bibliografía recomendada
Os recomendamos algunos libros que pueden ayudar durante el Triduo Pascual y Semana Santa.
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Escrito por: Montse Salmons.