«Sion, recorrido espiritual por Tierra Santa» del Cardenal Gianfranco Ravasi.
Propone una visita intensa y emocionante por Tierra Santa.
Un itinerario hacia las fuentes de la fe.
Desde Galilea hasta Jerusalén donde está la “Santa Morada del Altísimo”.
Recomienda al lector imaginarse la voz del muecín que invita a rezar: Dios es el más grande. Pasar por varias localidades antes de llegar a las puertas de Sion para alabar el nombre del Señor.
Actualmente, Tierra Santa incluye el Estado hebreo y Palestina. Su historia está teñida de sangre; hasta nuestros días se perciben sus huellas.
Jerusalén es la ciudad santa de las tres religiones abrahámicas y monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el Islam.
El itinerario comienza en Galilea “vecindario de paganos”. Nazaret es la mayor ciudad árabe de esta región. La primera ciudad es Aco, junto al Mediterráneo. Aparece en la Biblia cuando los hebreos conquistaron la tierra de Canaán en el s. XIII a.C. (Jue. 1,31).
Paramos en Cafarnaúm donde está la casa de Pedro. En el s. I fue adaptada como lugar de culto, atestiguando así su autenticidad.
Allí, Jesús curó a la hemorroísa de camino a la casa de Jairo (jefe de la sinagoga local). La tradición cristiana ha elegido una estupenda colina para ambientar el Sermón de la Montaña, la carta magna del Cristianismo.
Atravesamos el lago de Tiberíades. En una orilla, en el kibutz Ginosar podemos ver el resto de una barca de pesca datada del tiempo de Jesús. A la salida del mar de Galilea, los peregrinos suelen leer los textos del bautismo de Jesús.
Dejamos atrás escenarios muy queridos y descendiendo por el Jordán hasta el mar Muerto (204 km. en línea recta), pasamos a la región montañosa central, Samaría.
Jesús se sentó en el brocal de un pozo situado en Siquén (la capital espiritual de las 12 tribus israelitas antes de la monarquía unificada con Saúl, David y Salomón), y pidió agua a una samaritana. El peregrino puede descender ahora a una cripta custodiada por los griegos ortodoxos y ver el pozo con un agua fresquísima.
Atravesamos la frontera y estamos en Judea. Aquí comenzó la historia de la Iglesia.
Entre otras ciudades nos detenemos en Betania, “el pueblo de Lázaro”. En esta localidad se ha construido una iglesia moderna decorada con la gran proclamación de Cristo: “Yo soy la resurrección y la vida”.
Entramos a Jerusalén por la puerta de Damasco y caminamos por la ciudad vieja hacia la basílica del Santo Sepulcro. Una piedra minúscula (1,3 m.) nos introduce en la roca donde fue depositado el cuerpo de Cristo.
Al salir nos encontramos con un minarete que data de 1216, en recuerdo de la oración que Omar hizo junto al sepulcro de Jesús, gran profeta para el Islam.
Resumen
En conclusión, el Cardenal Ravasi (Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura y de la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada), propone visitar Israel para redescubrir las raíces de la vida cristiana.
Una guía estupenda para conocer Palestina en tiempos de Jesús.
Un itinerario completo y rico en detalles sobre la historia y arqueología de Tierra Santa.
Además llena de citas bíblicas para facilitar una lectura más espiritual y personal.
Recomiendo tener un mapa físico y político para localizar fácilmente los lugares descritos, y así poder recitar: “Que alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor”.
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Escrito por: Marta Sánchez